VIAJE A NUEVA YORK
Me parecía imprescindible comprar
un paquete de Kleenex antes de tomar el avión que me llevaría al encuentro con
mi descendencia. Fui andando desde la Latina a Cibeles para coger un autobús al
aeropuerto, quería despedirme de mi ciudad natal.
Vuelo en un avión blanco con letras azules y una línea roja en
su contorno.
Después de pasar el control
policial estoy esperando el embarque… El pájaro se disuelve entre las nubes. Que es
volar? Dejar el suelo, la tierra,
despegar, subir.
Huele a comida se oyen latas abriéndose, nos traen el almuerzo.
Viví en Nueva York seis años a
finales de los 80, últimos coletazos del crack, ciudad llena de indigentes,
barrios de cartones y plásticos debajo de los puentes, robos y asesinatos. También artistas,
galerías, restaurantes, clubs de jazz, escapando de la esclavitud… con muchas
ganas de construir un mundo mejor. Después de la hecatombe de las Torres (Word
Trade Centre), el país tiene un presidente negro. África continente esquilmado
es su cuna. Todo cambia.
Nueva York era distinto, el ruido,
las ambulancias, las grandes avenidas. Alquilamos un piso diáfano entre grandes torres grises
de talleres clandestinos de ropa. La gata Denise iba incluida en el lote…
Me quedé embarazada…necesitaba un
jardín… nos mudamos a Brooklyn. Al mismo tiempo fallecía mi madre, sola en esa
ciudad, me quería morir…Regresé a París quería tener a mi hijo con mi amiga que
era médico, Luis nació una noche de luna llena…
Volvimos a Brooklyn con la gata
Denise. Tenía 32 años, un hijo y vivía en un país que no hablaba su idioma, ya
no pintaba estaba triste. Eran tiempos de maternidad. Decidí estudiar Bellas
Artes, Tina la autodidacta entra en la escuela del Abstracto…dos años más tarde
nació Lucia entre pinceles y colores…
Veinte años más tarde vuelvo a la
ciudad que dio lo más importante de mi vida y también me lo quitó…voy a dejarme
impresionar por lo bonito sin dejar de ver lo sórdido.
La entrada a NY ha sido de
película…todas las luces enseñándote el alma, estrellas en Harlem…
Como haces felices a millones de personas metiéndolas en cajas de
cemento…comida consumo y espectáculos… He
quedado en la puerta del MOMA con mi hijo, parecemos hormigas… El cielo
espirado de Vangoh custodiado por policía…los Monets desteñidos por los vapores
corporales de millones de visitantes…todo un agobio. Centenario del Grand Central, cientos de
personas comprando billetes de vuelta a sus casas…después de un largo día de
trabajo, lunch, snaks, cafés. Hace tanto
frio que caminas rápido por las calles excesivamente iluminadas y como ficha de
un teatro sin humanidad sientes alivio de entrar en el decrépito subway de NY.
Hora punta y perdida… el hombre máquina…escondido en el Smartphone.
Staten Island , el mar, el espacio… quizás la
puesta de sol. Chinatown, sopa de noodles
con gambas y pastelitos de black beens con azúcar.
“Masturbante”
Busco la luna como todas las
mañanas, el piso de enfrente tiene la luz encendida… una gran habitación con
ventilador en el techo, una planta en el lado izquierdo, un cuadro en la pared
del fondo, en el lado derecho un cuerpo
desnudo con gorra negra, una mano alterna una cerveza con un cigarrillo, la
otra suavemente acaricia su verga…
Llenamos nuestros días de
actividades, nos movemos sin mirar al otro, el tiempo libre…lo llenamos de comida… Mi vida perdida.
Entra un chico hispano con botas de
cowboy, saluda a una chica con pelo rubio teñido, cejas depiladas…
Dónde trabajas? Cuántos años tienes? Juntos suben las
escaleras hacia el amor…
Comida en The Boat Taberna de
Central Park. Habitación de madera y chimenea, los copos de nieve caen a través
de los cristales, junto a un lago helado. Sopa de coliflor y patatas fritas,
paz elaborada, ausente, inédita, de cine. Paseos por las fuentes… Alicia en el
país de las maravillas Strawberry Fieds for ever.
Ando entre edificios iluminados de
tinieblas, flotando por las calles, llego a la escuela de baile, acristalada y blanca, moños en alto, talles
de princesa.
Pequeños copos de nieve caen silenciosos entre los taxis amarillos…
Llevan
…raya oblicua en los ojos, rojo de labios carmesí, pantalón negro, bolso
atigrado, Harlem.
Mi hija canta con las vísceras en
el glamour de la noche de clubs de jazz y restaurantes.
El dominicano estaba en el baño...
su cuerpo me seducía el deseo de un orgasmo, tomé una ducha…ropa interior
negra, quería bailar salsa con este dominicano…tengo novia pero usted me gusta,
nos despedimos en el hall…que le vaya bonito José.
José, sin
esperar una invitación
desnudo entró
en la ducha
besos húmedos,
bocas ardientes
manos
exploradoras
lengua viajera
succionando tus pezones
lengua
atrevida dando de lado a tu ombligo
lengua
lujuriosa lamiendo tus entrañas
el agua
acaricia los cuerpos de los amantes
el, de enorme
verga, la penetra
entre jadeos
de gozo, palabras de amor
frases
salvajes, sentimiento infinito
ella no deja
de tocar su cuerpo, sentirlo suyo
dedos
insaciables, penetrados por doquier
besos húmedos
inician nuevos
caminos de puro amor
sacia tu
necesidad de hombre
toca tu sexo
pensando en José. Neville. W
He comido lentejas en el Boat
Taberna. Los árboles del parque…cementerio de esqueletos desnudos esperando
florecer…sinfonía de grandes centenarios sujetando el mundo. Buenos días
absolutamente nevados, ciudad dormida por el temporal…te llevo en el corazón
arrastrándote a todos los lugares donde habito…sin raíz se la lleva el
viento…duna.
“Homeless the Columbus Circle”
Grande y poderoso el rey de la
59, vive rodeado de bolsas de
plástico…llenas de sueños. Fuera del sistema atado a unas bolsas…duerme el
conquistador.
Nieva… todo es gris y blanco,
eterno, intenso y mágico. Buenos días, las calles de Harlem salpicadas de
Iglesias me reciben alegres en esta mañana de sábado.
“Homeless latino”
Grande con gafas negras, pelo afro, ropa raída
y sucia, sin color definido, miradas de terror, será el que huele mal… give me
a dólar please…para comer. Lleva un cartel con la historia de su vida colgada
al cuello…profesión mendigo… a mucha honra.
“Mujer esfinge”
Turbante negro plisado, botas de
cuero hasta las rodillas, perfil de estatua , pañuelo de lana verde en el
cuello, labios grandes perfectamente diseñados, nariz pequeña, piel color
café…esfinge africana, sentada en el A
train to uptown.
Voy a dejarme arrastrar por la
tormenta…desnuda dormiré en el parque…debajo de arcos renacentistas llenos de estrellas. Piso la nieve con botas
de plástico aleopardado… …encuentro el camino.
“rare exquisite”
Mausoleo de Appel en la 58…una manzana blanca. Necesito un café, bésame bésame
mucho…pequeña vainilla en los círculos de arena de jardines taoístas.
Muñeca con sombrero y cinturón negro…un hombre con pecho robusto la
mira…mientras pone azúcar en el café.
Voy a Coney Island para hablar con
las gaviotas, ellas que han viajado tanto tendrán una respuesta…estoy en un
café azul con sillas rojas de madera, veo el mar, entra el sol, la respuesta es
África…Gracias
Me despido de Nueva York.
El lago empieza a deshelarse…está llegando la
primavera.
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