lunes, 20 de abril de 2015

El Zahir




El Zahir del amor inventado.
No es platónico, ni siquiera a primera vista.
Invento el amor como un embarazo.
Las endorfinas de despiertan, bailan contentas en mi cuerpo.
Se parece al amor místico, sin castigo y prohibición.
El amor inventado es mío, no hago daño a nadie, no sufro. Soy feliz.
Como un registro akáshico me alimento del éter…fluido amoroso suspendido.
Hoy voy a imaginar que estás aquí.
¿Puede un amor inventado convertirse en el Zahir?
Sí, si ocupa todos nuestros pensamientos.
Trabajamos la renuncia sin conseguir dejar de pensar en ello.
Ello se llama Zahir.
Ello puede ser también negativo, si hace referencia a los malos pensamientos.
Tan malignos como el veneno.
El amor inventado es como un batido de fresa.
¿Puede un pájaro ser el mensajero de un amor inventado? 
¿Un Zahir visible y presente?

sábado, 18 de abril de 2015

El cuaderno azul





Empezó en los casinos verdes de Kasar Kebir y terminó en una pequeña tienda del barrio del aeropuerto. Con un batido de aguacate la espera se hace más agradable.
Siempre que dejo este lado paso por este sitio como en un ritual  akáshico.
Cuando te mueves a otro continente tu alma se asienta  despacio en la nueva silla.                                         Tus dedos andan sueltos y tu cuerpo rejuvenece.                                                                                          Formas parte de esa vitrina de lácteos, junto a flanes y yogures.

¿Quién? ¿Dónde? ¿Por qué?

La luz del sol junto a tu cueva, eterna, amarilla y milagrosa.
Sentados de espaldas, calentando el pasado.  Aquí …hasta que el sol se ponga.
Un mar lleno de amor platónico ante una inmensidad de olas de amor teñidas de amarillo                                                                                                                                                                                               
¿Por qué no me llamas?
El sol se marcha, volverá a salir, no es tarde. A veces la espera tiene recompensa.                                 Existe una fuerza infinita que nos une. Sé que volverás a sonreírme, aun que no lo desees.
Una fuerza centrifuga…hoy el sol se ha puesto dos veces.
Adiós cuaderno azul, fuiste mi tabernáculo, gracias por albergar mis emociones.

miércoles, 15 de abril de 2015

Un mar lleno de amor platónico.




Creo en el amor platónico porque es una medicina. Lo tomo y lo amo…
A mi manera sin miedo, con alegría.
Pienso todos los días en él, me lo encuentro, lo adoro.
Una bruma se acerca a mi terraza...con un espíritu abierto… como el mar.
Allí estás en lo alto de la colina, dulcemente respirando.
Oh amor desarbolado, apócrifo, escondido, te siento como espuma de mar entrando…


Lo único que me excita  es tener  el amor platónico sentado en la fila de delante.                                     Miro su cabeza, le siento, toda su presencia se hace física cerca de mi cuerpo.                                          Su elegancia me ilumina. Hay algo en su piel que me enamora. Sus manos, adoro sus manos.          Bienvenida fueron sus palabras, allí había todo, lo sentido y lo soñado.
De repente, me sorprende, “lleva reloj” no me gusta la gente que lleva reloj, para que saber la hora. Me olvido del reloj, es solo un adorno. Vuelvo a lo que me emociona, su piel, su seriedad, su barba coloreando su rostro moreno volviéndolo casi negro. Su esencia me despierta el instinto más profundo…solo lo huelo.
Cuatro botones cosidos a su chaqueta me miran, se mueven sus dedos, su mano me excita. Estoy salvada, su barba con su sombra me acompaña. Su voz me calma.
Toda espera tiene su recompensa, merienda para todos.



Amor a primera vista
La primera cita con un amor a primera vista siempre es excitante. Tu mente no deja de imaginar situaciones románticas. Todo es rosa e ideal.
Paseas por calles visitadas de un pasado feliz. Nada es lo mismo sin ti. Todo se transforma.                        El amor inventado nos llena hasta las entrañas.




Prisión
Me siento tan mal, tan mal que no puedo explicarlo.
Una sensación de frustración y desamparo  me desborda.
Me siento tan frágil, condenada, no tengo nada, me han quitado de un manotazo lo que más quería, lo único que tengo, mi pequeño hogar, mi casa, mis cosas, mis recuerdos.
Soy una indigente que duerme en un hotel de veinte euros.
Nunca había sido tratada con tanta maldad.
¿Por qué la vida no deja de sorprendernos?
¿Por qué dormimos en hoteles frente al Mediterráneo?
Mientras el alma herida está intranquila ¿Por qué?
Pido al todo poderoso que me deje pasar…
Cuando te quitan tu libertad es una cárcel.
Impotencia…
¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo salir?
¿Qué precio tiene el paraíso? ¿Está perdido o existe?