viernes, 22 de mayo de 2015

Emir




Sara estaba ocupada en tareas domesticas. No había dormido bien, en su cabeza daban vueltas  los oasis del desierto. De momento aquí  estaba, junto al mar…                                                                              Un calor espeso acompañaba el día, el cielo plomizo caía tórrido en la medina.                                         Solo tenía una idea, estar en la terraza, regar las plantas y disfrutar del olor a tierra mojada.




El nuevo yo de Emir tiene a Sara dispersa. ¿Quién es Samuel? ¿Emir…?
Todo se mezcla con las nubes rosas de la puesta de sol.
Sara salió corriendo al café de pescadores, hoy había música andalusí.
¿Vendrá Samuel?
 Al compás de las pipas de kif viajará a los oasis de Atar, imaginándose la hija de un sultán.




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