martes, 26 de agosto de 2014

Anónimo





¿Cómo estás amante de estrellas?
¿Se mueven tus alas? Caminas entre olivos jóvenes que te alimentan por dentro.         ¿Y tú ser? ¿Se cristaliza? ¿Dónde vas?
Me incomoda tu ausencia que ya no me hace sufrir.
Paseamos sin querer por los abismos rosas.
Sí te echo de menos sentada en los cafés…





La soledad del ser es difícil mantenerla, necesario vivirla, acompaña la creación y nos hace únicos.
Mientras bailamos buscando la amistad. Huimos escondidos en rincones de medina dejándonos llevar por la brisa marina.
Es un placer de dioses sentarse en los quicios de las puertas a esperar…
El teatro del pánico nos lleva a los orígenes la tragedia clásica.
Vivimos sumergidos en ceremonias.


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