Basilea

Alí llegó lleno de currículos a Basilea.

Alquiló una habitación en un “Hostel”.

Treinta euros al día era el precio por dormir en el primer mundo.                                                           Nevaba tanto que estuvo tres días encerrado en su habitación.

Un día salió el sol justo para él…

Habló con el encargado del hotel, un hombre grande vestido de negro, le entregó el currículo.

Al día siguiente pasó la prueba para hacer camas…veinte euros  la hora.

Como un gran profesional se quedó dos años trabajando, pagando su seguro médico.   Contento de ser un engranaje de la máquina de esclavos, porque disfrutaría de dos años de paro.

El sistema que te alimenta y te mata al mismo tiempo.

“La sombra que proyecta el hombre efímero sobre los paisajes eternos” M. Yourcenar.

Domingo

“El trabajo dignifica”

Cómo explicas a alguien que se puede vivir sin trabajar.

Mucha gente trabaja para sentirse vivo.

Otros para ganar dinero.

También se trabaja para comer.

¿Si trabajar dignifica? ¿Por qué se muere trabajando?

Hoy es domingo, día feriado para los cristianos.

He ido a un campo, lleno de casas y cada vez con menos campo.

El olor a jazmín mi dignifica.

Tu recuerdo me entristece.

Quiero escapar del anonimato. Sentirme parte de un todo especial.

Dar vueltas de derviche.

Amanecer con caricias en cucuruchos de papel.

Llevar un velo morado para esconderme…

Por ti y a través de ti me mezo en la distancia.

Eres eso que me excita y aborrezco. Sentimiento encontrado bañado por “la mer”.

Terraza de jazmines enredados, como mis sueños.

Amor de caramelo duro y amargo.

Tu distancia me hiere como cuchillo en el vientre.

Herida que no cierra, supurando sueños desiertos de anhelo inventado e incierto.

Sueño que llegas…

  ¿Por qué me odias?                                                                                                                                    Porque soy viento…sin raíz llevada.

La ley del péndulo

“La bailarina que deja de ser mujer para convertirse en pájaro” M. Y.

Hoy hay un mar verde turquesa lleno de nubes.

Los al batros vuelan contentos entre los minaretes de las mezquitas.

Aquí estás otra vez en este continente.

Cuanto más cerca más lejos.

Eres la ley del péndulo…

Las olas me siguen abrazando llenas de espuma.

Un amor universal se acerca con cada una,  el horizonte lleno de lluvia.

Eclipse

Este viernes te siento tan dentro que me ahogo.

Como verde para sanar el cuerpo. ¿Cómo curo el espíritu?

Mente sana, corpore sano…

Zanahorias, guisantes,  acelgas, tesoros del tercer mundo.

Recién cortados son regalos de Dios.

Jugamos el mismo juego, sufrimos por amor desde las orillas…

Espejos anónimos enmarcados por un destino.

Amando almas imposibles, nos redimimos.

Aves sin nido…buscando.                

Libres…hasta el próximo eclipse.