Historias de medina

Café Almanssia, el mundo es un acumulo de imágenes, estamos destinados a unirnos

con el Cosmos…                                                                                              Escribo en sillas de plástico mil veces usadas, encuentro colores de arco iris en las

esquinas… cantos de gaviota

Ando por caminos tortuosos buscando el alma…perdida.

 

“Tengo clara conciencia de lo efímero de nuestro tránsito”  Virginia Woolf.

Asumo mi  identidad… desde adentro…busco la raíz de mi estado oculto, busco, busco, busco…este olor a mar me transporta a los orígenes…rezo.

Sherezade está sentada en la casa de la anciana judía. Aparece una niña preciosa vestida de negro, tiene el pelo largo enmarañado, una sonrisa juguetona, su belleza va más allá del tiempo es hija de una prostituta, sabe todo de la vida y esta salvada por ser tan hermosa.

 

Sin peso existo como una pelusa…¿por qué dudo?

Me agarro a un sueño y sufro porque solo es un sueño.

Necesito aislarme para sentir la soledad del ser.

Vestida de índigo miro los azules.

Errante toco el cielo.

Amante efímero como la sombra de un pájaro… mi alma es una esponja que absorbe tu saliva amarga y la cristaliza en terrones de azúcar que coloco en mi cuerpo a montoncitos como el polvo…A través de lo mojado mi corazón late en ti… tu pálpito me duerme.

Desde arriba soy un pájaro entre  nubes… sin raíz. África me seduce.

La puesta de sol me llena el alma…tu recuerdo mi corazón                                    

  … te dedico un anónimo vuelo de  golondrina.