domingo, 3 de enero de 2016

ISMÈNE






Ismène era como un rio de agua dulce entre dos mares.
Desde la muerte de su hermana Antígona vivía sin piel.
“Círculos concéntricos en el laberinto”.
Frente a las olas con los pies desnudos, la muerte desaparecía…
Caía el telón de un primer acto.
Llena de vida se alimentaba de la espuma…



Los encuentros con la amistad, las olas y los gatos sujetaban la herida de su alma .
Era la última luna llena del año. Tenía que colocar el recuerdo de Antígona  en el espacio de la memoria. Su muerte sería su renacimiento.
Ismène nunca entendió porque su madre abrazando la tragedia, las bautizó con esos nombres.
Vivían con el espejo de la muerte.
Su hermana Antígona y su novio murieron en un accidente de coche. Su madre para espiar su culpa se suicidó meses más tarde.



Ismène estaba sin ancla, hasta el día que decidió emprender el viaje.
El ritmo diario lo llenaba de encuentros fortuitos.
Mariposa de flor en flor hasta alcanzar su destino. Dos caminos.
“Solo el árbol resistía nuestro eterno fluir” W. W.
Contigo conozco las profundidades,..
Ismène testaba la vida, abriendo los poros de su piel al amor.
¿C’est  là òu tu te caches?
Deja llorar tus ojos. Vida y muerte viven juntas enamoradas.
Un nuevo día. Ismène se viste de blanco, amanecer romántico.





Mañana empieza el viaje.








Llevada por el destino abandona la idea de la muerte para vivir como un apretón de manos largo y cálido.

“en la cresta de una ola colocas un mar” Farid ad Din Attar.

Así estaba Ismène dejando atrás el pretérito pasado, haciendo frente al destino.
Vestía de negro. Todo principio es excitante. Paciencia... la vida es como una caligrafía.





Tenía una cita con el Ángel de la lluvia. Todo olía a mar.
Ismèmne era consciene que la vuelta atrás era imposible.
Solo presente… mirando las estrellas.
Llegó a un ksar perdido del sesierto del Sahara, envuelta en sus recuerdos.
Cansada dormió una eternidad. Lavó el pañuelo de la cabeza y salió para encontrarse con él.
El desierto efímero la recibia con emoción contenida.
Visitaba sus sueños que dormidos soportaban el paso del tiempo.
Toda llamada a la oración reforzaba su creencia.




Un todo aúrico la envolvia. Respiraba el silencio.




Las paredes caidas del ksar eran su casa. Volaba por las esquinas del barro acompasado.
Último día del año, se regalaba con la sorpresa.
Vviviría sin recuerdos. Un horizonte lleno de amor la espera…
De repente, una carabana en el oasis de dunas…camellos cargados con los avios del nómada.
Llegan los niños del ksar al bosque del abuelo taraje. Son ángeles en su nueva vida.
Regalos de la madre tierra.
El desierto como antidoto al abandono. Leche caliente en el “buta gas”
A veces las cosas que no te gustan las aceptas obligada. Tu alma está tan dolida que no puedes soportarlo, quieres llorar…





“Mama Luca hacia el pan, sentada en el suelo de arena. Del horno encendido con hojas secas de palmera salen los panes como pequeñas esculturas, quitándoles la ceniza con un trozo de melfa antigua. Rituales que acompañan su soledad. Diez panes diarios que la permiten comer”.
Ismèmne participaba de las tareas diarias del ksar.
Viernes las mujeres se reunen para tocar el tambor y las panderetas. Cantan y piden a Allá.
Terapia grupal de energía femenina. Sonidos africanos de tan-tan que te llevan al extasis.
Desinibida sacas el veneno…
Poderosa energía negra acompañada de té dulce.
Mujeres ancestrales, imágenes en el tiempo. Poderosas.
El corazón es un órgano sensible, es tan fácil romperte el corazón.
El amor es un veneno cuando te lo restriegan por la cara…



Un regalo cambia tu vida, un baile, un té, una amistad desinteresada.
Una vida llena de apego te destroza.
Resentidos con la vida van caminando los seres miserables.
El destino nos hace esclavos de la deuda.
Ismène encontró su familia, entre mujeres podía respirar. La madre, la hija y la hermana.
Figuras arquetípo en la historia.
Acavaba el viaje.
Volvía al Norte para ser mar…

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