viernes, 20 de septiembre de 2013

DIARIO DE CUEVA


DIARIO DE LA CUEVA

 

Así quiero estar, sin nada que me sujete, para ir  más allá, donde me lleve el viento.

Sin destino razonado, dejándome fluir.

Apoyada en objetos que desde hace 30 años viajan conmigo, como “la mesa de Frank”, otros de hace 15 años, como las alfombras de Marruecos, unas maletas con fotos, diarios y títulos Universitarios, basuras acumuladas con el tiempo.

Qué hacer con tanto lastre…

Cuadros, maderas sin nombres que irán  a la chimenea.

Objetos en la memoria,hambrientos de un hogar desterrado, solo, antiguo, ancestral.

Aquí en la cueva no hace mucho frío. Vivo con el corazón

.

9 de Diciembre de 2012.

5º bajo cero, no se está tan mal, a gusto con la vida. Estoy contenta, no me importa el frío, ni las telas de araña. Por la  mañana  me saludará el sol por el Este.

Gracias por darme calor.

Gracias por darme fuerza.

Gracias de corazón. Gracias.

 

Buenos días 10 de Diciembre.

Aquí sentada desayunando con la luz de una vela, aprecio los pequeños momentos de felicidad.

Hace frío sale humo de mi boca, pero el corazón está caliente y vivo.

Gracias por esta existencia efímera.

Gracias al Buda amarillo que me acompaña de nuevo.

En este espacio natural puedo transportarme fácilmente, viajo mentalmente, me conecto con lugares lejanos.

Mirando más allá de las cumbres, está el mar…

La vuelta al mundo…

Conecto con la realidad, subo al pueblo a comprar pan.

Hoy trabajaré en el campo podando árboles y cepas.

Son las cuatro de la tarde con este sol transparente escucho el silencio.

No hay luz eléctrica, todo es paz, solo se escuchan los pájaros y los aviones.

Hay tanta paz que asusta, acostumbrados a los sonidos urbanos, la cueva aparece como una balsa en medio del océano.

¿Cuándo perdimos el silencio?

Aquí sentada me pregunto por qué vivimos tan rápido, que nos falta que corremos tanto para buscarlo? Acaso hemos perdido el norte?

Donde está lo que nos mueve?

Tenemos miedo a parar o a morir?

Por la noche me caliento las manos con la vela y escribo…

La cama está rodeada de cuadros, “El Fauno”, “El Ángel”, “La Mujer Sol”, “El Buda Amarillo” y una foto de mis hijos.

Hay unas piedras grandes, las madres de donde salen todas las chiquitas que forman los muros, no hay ventanas, solo una puerta verde de hierro. La unión con los elementos es intensa, soy un objeto más, arropada por estas piedras…Como en el útero materno, cálido y húmedo.

Hasta mañana…

 

Buenos días 11 de Diciembre, hace sol, el cielo es azul, no hay escarcha.

Sentada en el quicio de la puerta observo el día, escucho, estoy atenta… callada. Dejo que el sol invada mi cuerpo, curando las heridas del tiempo.

Ladran los perros, se oye la voz del hombre, sonidos de azadas trabajando.

Son las tres de la tarde, he podado los almendros, trasplantado la salvia y cocinado.

El tiempo transcurre lento en la cueva, sin televisión, ni radio, parece que es eterno.

El  móvil es la única máquina  que a su vez hace de linterna.

Han pasado las ovejas, saludos y ladridos de los perros dándose la bienvenida.

La hora del café, solo y con miel.

El día de hoy me ha permitido hacer labores de campo.

El sol ha bajado acompañado de nubes, en una hora ya no se podrá estar en el exterior, me iré al pueblo para conectarme con el mundo…

Son las ocho de la noche, en la cueva todo está tranquilo y oscuro, tres velas me dejan escribir estas líneas,  no hay heladas.

La ausencia de información me da paz, dejo la ansiedad fuera de la cueva.

No sé si soy egoísta por encerrarme o por el contrario tengo miedo y por eso me encierro…

Miedo a vivir o a estar viva…

Me entierro para volver a nacer…

Muero para vivir…

Sueño para existir…

Me paro para encontrarme…

El silencio es mi compañía…

Buenas noches.

 

12 de Diciembre de 2012

Ya me queda menos para iniciar un viaje al Sur. Como el pájaro que emigra para dejar el frío atrás. Hacer nido en un lugar más cálido, salir de la cueva…

Sin equipaje apenas 10 kl en una maleta, libre de toda carga, a excepción de las maletas mentales que arrastramos allá donde vamos.

Cuanto pesan las ideas, los sueños o las pesadillas?

ELIMINAR, pulso el botón. Así de fácil.

Esta noche duermo en casa de una amiga, dejo la cueva…

 

 

He llegado a la cueva por la tarde de este 13 de Diciembre frío y helado.

Cocino lentejas para entrar en calor.

Ha salido el sol, oigo las campanillas de las ovejas, afortunadas por tener ese cuerpo lanudo que las protege.

Hoy he pasado la mañana revoloteando como mariposa, de casa en casa visitando amigos.

Sin casa y sin raíz, el viento me lleva…

No es fácil dejarse llevar, abandonarse, a nuestro destino sin límites.

Da miedo no saber a dónde vas, no arroparse en las costumbres, hábitos cotidianos, televisión, cursos, trabajo y un largo etc… de actividades que llenan nuestras vidas.

Sin ataduras, caes vertiginosamente a un abismo, te paras, piensas que existes, te dejas llevar, el espacio se abre…

 

Buena suerte estás en el camino del desapego.

Pensamos que no podemos vivir sin nada, como materia que somos, necesitamos materia.

Hay muchos tipos de materia.

Y si fuéramos solo espíritu, donde viviríamos? Fuera del cuerpo?

Tantas preguntas para llenar los espacios.

Soy espíritu o soy materia.

 

Buenos días 14 de Diciembre. Felicidades a todos los nacidos es este día.

Dentro de la cueva con luz de vela escribo, no hace frío y la oscuridad te arropa cálidamente, solo se escucha el viento. Me recuerda a las tormentas del desierto, te escondes como el escorpión y esperas a que termine.

Estoy mimetizada con este espacio, protegida… Quién soy?  Pierdo el ego…

Esta noche es cálida. Me encuentro, tengo paz. soy viento. Gracias

Hace una semana que estoy en la cueva, para celebrarlo he comprado tres velas azules.

He gastado en una semana 1 euro de energía (tres velas).

Podemos retroceder en el tiempo? Hacernos la ropa, cocinar con fuego, usar velas.

Voy a soñar con la involución.

 

Son las 9,19 de la mañana de este 15 de Diciembre

Después de unas horas de viento en la noche, vino la lluvia y la calma. No hace frío, todo es paz.

Al contrario de las casas de ladrillo, la cueva se mantiene cálida, es como una esponja, absorbe la temperatura exterior fácilmente.

Entiendo que haya personas que dejen la ciudad por el campo. Ni siquiera ya un pueblo,

con  sus postes eléctricos y sus antenas de telefonía móvil. Campo puro y duro.

Cuevas y chozas, en contacto con la naturaleza al 100%.

Pensarás que tontería, ya no se puede vivir sin luz eléctrica, volver al pasado…

Quizás por salud?

Montados en el tren de la civilización y el consumo, creemos que no se puede dar marcha atrás. No queremos ser primitivos. Pero es que queremos la enfermedad, las pastillas, los hospitales, el cáncer. Tampoco lo queremos  pero ya forma parte intrínseca de nuestra vida.

Imaginas una vida sin agua caliente, sin televisión, sin microondas, cepillo de dientes eléctrico, sin tostadora o batidora, sin Termomix.

Creo que es posible, saludable, y no contamina, te conectas con tu yo interno.

Dirás es imposible, somos muchos, hay que meternos en cajas, ocuparnos, darnos un salario mínimo, para poder consumir y hacer más basura. Gratificarnos con títulos universitarios y ofrecernos sitios para morir como hospitales y residencias.

Queremos esta vida basada en la enfermedad y el consumo.

No prefieres la salud, naturaleza, agua de pozo, velas, frío, tranquilidad  y un largo etc.

Donde hay que apuntarse? Quiero vivir así, en paz con lo que me rodea.

Quiero estar unida a la madre Tierra. Sin ideologías y sin política.

Un mundo mejor sin fronteras. Dirás que estoy flipando.

Pues sí esta mañana me he levantado eufórica. Veo la vida de color de rosa y soy relativamente feliz, oyendo los pájaros.

 

Estaba invitada a comer un cocido, elaborado con amor como las comidas antiguas al fuego por varias horas. Ha sido difícil volver a la cueva, dejar atrás el calor humano, la televisión, los juegos, el ordenador. Entrar en tu mundo interior a través de una cueva de piedra, apoyada en tres velas, un cuaderno y un bolígrafo. Tengo un libro, hoy como última noche en este hogar me permito leer y gastar más de tres velas. Me despido de mi vivencia en la cueva, me ha dado tiempo a pensar en los porqués y paraqués de nuestra existencia.

He aprendido algo?

A no tener  miedo, a escuchar, a meditar y a sentir que estoy en movimiento con el Cosmos. A sentirme humilde como el ratón, soy superior porque tengo tres velas y soy inferior porque no puedo ver en la oscuridad como el perro.

He aprendido a observar y sobre todo he sido feliz.

Mañana dejo la cueva, espero que esta experiencia me ayude a valorar mejor mi existencia.

 

16 de Diciembre. Domingo día de caza para algunos, deporte irracional. Siempre me pongo en el lugar de la presa, no me gustaría ser cazada.

Hoy  hace un día lento, ligero apenas calienta el sol, no hace frio.

Me despido de la cueva dejando mis objetos y parte de mi alma, me dirijo al Sur.

Recibiré la alineación de los ocho planetas del día 21 de Diciembre en el desierto, a 52 días de Tombuctú en camello. Mis seres queridos estarán lejos, pero todos estaremos conectados.

Gracias a esta experiencia de vivir en una cueva, estoy más despierta y menos angustiada, duermo mejor por las noches.

Agradezco a la Madre naturaleza su compañía. CONTINUARÁ…

 

 

DIARIO DE CUEVA II

 

Ayer me instalé de nuevo en la cueva, he vuelto de mi viaje al sur, encontré al padre en el desierto, ahora vuelvo al útero materno. La cueva me acoge fría y seca. La lleno de velas, luz para el espíritu. He instalado una estufa de leña el frio es intenso, pero me adapto al espacio como una araña tejedora…hilos de seda de otros mundos.

Acurrucada duermo, escucho el viento, frio del norte en esta noche estrellada de  luna árabe helada. Cuéntame un cuento cueva del alma, aquí te espero…

 

16 de Enero 2013

Despierto con lluvia que puede ser nieve en cualquier momento, enciendo las velas y preparo el desayuno, café y pan tostado, algo sencillo adecuado al momento. Lo que más me preocupa hoy es que nieve, me da miedo no poder salir, lo desconocido… monstruos de nuestra cabeza.

Estoy con los ancestros, tengo libros y bolígrafos pero mi  preocupación interior es la supervivencia. Amor a la naturaleza, ausencia de máquinas apenas un móvil de hace 10 años. Hoy quería escapar de la cueva ir a casa de una amiga, calefacción, ordenador.

Tenía un miedo real, no tengo leña, como caliento la cueva? He decidido quedarme,  ir a buscar leña, ahora tengo la cueva llena de leña mojada que meteré en la estufa.

Me duele el cuerpo, aguanto porque creo que esta experiencia me hace más fuerte, cada obstáculo superado me da confianza en mí misma. Aprendo a sobrevivir superando problemas reales y no mentales. Como te puede doler el desamor teniendo que buscar leña para la noche?

Me pregunto por qué vivo esta experiencia, la he elegido yo?  Existe una similitud con los viajes al Sur, bajamos para encontrarnos el alma, en la cueva vamos al interior…

Lo que más me gusta es el silencio. Cuando no hablamos estamos más despiertos, conectados con nosotros mismos, en paz, somos uno.

Ayer escapé, me sentía enferma, el cuerpo dolorido de frio, triste, necesitaba compañía, los miedos me invadían, estaba poseída por la incertidumbre, miedos ancestrales, la nieve, la muerte, la pérdida, el dolor. Fui a la biblioteca para calentarme, a clase de yoga y corrí a refugiarme a casa de una amiga que me dio cobijo… me curé.

 

17 de Enero 2013. He recuperado las fuerzas gracias a la jalea real. El sol me calienta las montañas me miman, soy feliz conecto con el amor en su estado más profundo, bebo y me alimento de su esencia. La conexión con la naturaleza te da vida, te calienta, formas  parte de un todo.

Mañana viajo al valle de Ancestros en la sierra de Gata para recibir un mensaje.

Hace varios días que salí de la cueva  enferma de frío no volví. Soñaba con Marrakech.

He vuelto con una nevada copiosa, todo está blanco. Llevo horas  encerrada con todas las velas encendidas, la estufa de leña, cocino calabaza. He colocado seis papeles voy a pintar un pájaro violeta quiero transmutar…he recibido un mensaje RENACER

Como el ave Fénix, he llorado mucho (desamor) me reincorporo y pinto un pájaro que me ayude a volar al Sur…

El pájaro azul ha resucitado de sus cenizas quiere volar, espera la primavera para ir al mar y convertirse en gaviota. Es un ave Fénix encerrado, helado, tiene miedo, está creciendo,  pongo muchas velas, le cuido, no lo dejo morir, es muy grande y hermoso.

Sigue nevando, me lleno de la paz… silencio.

Pájaro de cueva.

Saliendo de la cueva me encontré con dos águilas que viven en los riscos del pantano de San Juan, me dieron un mensaje, LIBERTAD. Pensé en el pájaro dormido azul y blanco, me siento chaman quiero sanarlo pintándolo de colores así como tú lo ves, abrirle la puerta para que vuele. Este pájaro de dos corazones está bendecido, ha vivido el amor en el útero de la cueva, ya puede saludar a las gaviotas sanadoras y contarles que ha nacido de un sueño, con mucha luz de vela, amado…libre

 

DIARIO DE CUEVA III

Vengo a la cueva para encontrarme el alma. Estoy perdida me siento oscura. Necesito el mar y la luz. Viajaré al sur para encontrarme…De momento esta cueva es el único lugar donde tengo raíz. “Irse vaciando del todo para llenarse del Ser” Ramiro Calle.

Los gorriones me traen mensajes del sur atravesando el Atlas de mi cuerpo. Aquí sentada frente a los almendros espero…el olor de sus flores me hace olvidar la tristeza.

El amor al hijo me está matando.

 

26 de Agosto 2013 Vivo este presente que me ahoga.

¿Qué es el estado de bienestar?

Una caña de pescar en una mano, un cigarro en la otra a la orilla del rio Alberche en un pueblo de la Sierra de Gredos.

Un bocadillo de pavo trufado con pistacho en pan de molde con patatas fritas, amando el mundo y borracha de libertad.

Un viaje de apertura de puertas por dehesas extremeñas, veras llenas de frutales, atravesando cumbres de montañas para llegar a un lugar de tu pasado que nada tiene que ver con tu realidad.

Levantarse por las mañanas oír al muecín. Tomar churros enanos con un café cargado.

Pasear por las calles bulliciosas de medinas que miran al mar, dejarse arrastrar por el levante….

Esconderse en un pueblo solitario de cuatro vecinos para abrirse al mundo interior y entender porque estás aquí.

 

27 de Agosto 2013. Buenos días, me saludan los pájaros, barro el suelo de la cueva, como un plátano maduro, zumo de naranja y galletas. Cada día en la cueva es un renacimiento. Vivir la oscuridad para encontrar la luz. Tengo que tomar una decisión.

Al despertar tuve un sueño, “pelaba berenjenas y pimientos cortados en tiras”, supe que escribiría un libro de cocina y costumbres del Norte de Marruecos a principios del Siglo XX. Encendía la llama de la voluntad.

 

31 de Agosto 2013. Dejo la cueva. He alquilado una casa de piedra que me estaba esperando…me asiento.

 

“ritual de cueva”

Velas rojas, pasión y chocolate blanco

amor efímero como la cera

solo la luz es eterna

dejo la oscuridad, dejo la cueva

entierro las heridas, entre piedras

vuelvo al rio Alberche

estanque de amores perdidos

hiberno como osa negra

hasta la próxima primavera

que volveré al sur

a encontrarme contigo…

mientras como chocolate blanco.

 

 

Cuatro velas blancas rodeadas de plástico rojo

Adiós a la cueva…

Renacimiento…veo la luz

Me asiento en la casa de piedra

Te pienso…

Gracias al útero materno que me ha dejado convivir con arañas y ratones, siendo su invitada, compartiendo moras y peras.

Mañana me voy dejo la cueva, podéis volver a vuestros agujeros compañeros de horas.

 

Creo que el origen de las grandes recetas de cocina ha sido el hambre. Cuando el estómago pide pan, siempre inventas algo tan simple como unas sopas de ajo, agua, pan y pimentón.

Gracias a la cueva.

 

 

 

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