miércoles, 5 de febrero de 2014

MAURITANIA. III Encuentro


 


.-África me acuna no puedo viajar al otro lado. Las puestas de sol me sujetan.

Me siento en un cementerio blanco bañado de olas. Espero…

Las auroras boreales vendrán en carrozas doradas a buscarme.

Vendrás con ellas… así  será.

Todo es un sueño nunca llegarán a Mauritania.

Sus vidas se separan en las montañas del Atlas.

Su amor siempre fue efímero.

Su tercer encuentro en Larache nunca será el mismo. La luna casi llena les recordará que hace un año eran más que amigos…

.- Si te lo prometo solo seremos amigos, será el último viaje…

 

En el cementerio judío de Asilah ha encontrado un nido. Espacio blanco minimalista arropado por el mar. Lleva tres días viviendo entre tumbas blancas. Dibujando mensajeros de Dios.

Lo masculino unido a lo femenino. Letra hebrea Tsáde. Estrella de cristal de seis puntas.

Amor universal. Nacimiento del Profeta. Camino a Tarfaya.

 .- Después de tres días en el cementerio, mirando el Atlántico, tengo el corazón blando como esponja.

Pronto roerán las inmensidades del Atlas, los horizontes infinitos, los cielos llenos de estrellas, la luna llena.

.-“ Yo no sé si te quise, pero andabas conmigo. Quiero darte los besos que nunca te dieron”.

 
La cita era en la pensión Amal, sus almas caminaban al mismo son. No sabían de qué color eran sus vestidos.                                                                                                                                                                                                                                                                                                           Misma hora, habitación 14, enfrente de un marco vacío al infinito.                                                               Un cuadro sin pintar.                                                                                                                                                                          Medio cielo, media pared…

.-Hoy he soñado que era el fin del mundo. Un mundo por descubrir, un mundo por soñar, un  mundo extraño personajes inventados, un mundo de otros mundos.

 Siempre te he soñado, lo sabes, siempre te he temido, siempre te he odiado, siempre me he equivocado, siempre, siempre,  siempre…

Estaban separados por abismos eternos, almas distintas. Destinos sin ilusión…

.- Iré contigo aún que tú no quieras.

Que especie de castigo es estar al lado de la persona amada sin sentirla.

Seguir un viaje sin meta, a ninguna parte, al vacío de tu alma ¿Por qué?

¿Qué heridas son las mías, cuales son las tuyas?

El desamor es tan grande que nos estruja como a cucarachas.

.- Quiero desaparecer…ansiedad.

                                            En espacios llenos de infinito… enterrarán sus heridas. Así será…

.-No quiero seguir este viaje de desamor absurdo.

Sabath  suspendido en el infinito, viajan sin parada, sin tránsito.

Elevan sus almas dos metros sobre la Tierra estrangulada.

Ocultos por la neblina de la mente.

Garzas blancas limpiando el Mundo.

Proyectos en el aire, el tiempo no existe. ¿Es el miedo qué  nos ataca?

Camas distintas, insomnio de amor.

De repente sus cuerpos son poseídos por una fuerza ancestral.

Boca con boca, semen y orgasmo. Seres vomitando estrellas.

Tejen sus vidas con lana gruesa de color crudo entre hamadas.

.- ¿Dónde estás ciudad roja? ¿Dónde está el amor?

Pareciera que llevan treinta años juntos…como palmeras aisladas de grandeza.

Para callar su conciencia se echa sobre su cuerpo como un animal en celo.

                                                                                                                     Sin preámbulos, solo cortesía.

Seguían  su viaje a ninguna parte. Suspiraban…sin palabras.

El Atlas nevado único testigo. Carreteras con curvas entre planicies desiertas.

Perdidos en ríos secos, se esfuman…habibi.

Sedientos de abrazos, atrapados por la música en la radio de habitaciones vacías.

.- Por puro acto de amor… soporto tu maltrato invisible.

Cansados del viaje toman un té con almendras, chocolate y frutas.

Dejan la atadura de sus vestidos, se tumban en camas separadas y  se olvidan de que un día fueron uno.

Como Tristán e Isolda caminan hacia la muerte.                                                                                        Solo en el más allá pueden convivir sus almas juguetonas.

Escucho el silencio…

                                                                                                                             ¿Dónde está Mauritania?

 

 

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