Los dos se conocen.
A Dios.
No puedo dejar de mirar el mar, su sonido me llama.
El infinito. El pelo suelto. Un pescador con sombrero azul.
La marea está alta. Mi deseo también…lo cristalizo en polvo
de estrellas.
Mientras las olas atraviesan el útero de la piedra en un
vals de espuma.
Corazones Yim-Yam. Ritmos en el horizonte.
No puedo dejar de mirar el mar. La marea sube, el pescador
de amarillo está aislado en la roca.
Los peces aun vivos, aleteando diciendo su último adiós a la
roca.
Escondida en Lala Rahma habito…
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