Un día de lluvia, lleno de agua.
La casa parece una balsa. Sólo una vela para
el calor. A penas comida, una cebolla, higos, té, miel y aceite. Iulia
está con Paulo en la quinta montaña.
Llueve, la Tierra se limpia, todo está mojado.
“Mi cuerpo está húmedo, mis huesos crujen
oxidados. Quiero salir de este agujero”.
La suerte lleva a Iulia al
desierto.
Un joven de origen guatemalteco
abrirá la novena puerta, será su guía.
Como si de física cuántica se tratara ha despertado…se dejaba llevar por
su instinto. Abandonaba las emociones negativas, cerrando la puerta a la
ansiedad.
Viajaría al Sahara con el joven Salvador…
Dos cuervos traían un mensaje, venían del Sur…
Iulia seguía las
señales.
El joven estaba triste, lo inesperado le hacía
temblar. Sería un viaje iniciático.
Todo el día estuvo Iulia evitando lo
inevitable. Su alma mojada le empujaba al desierto. Allí dormía enterrado su secreto.
Preparó su mochila, dos o tres mudas,
camisetas, pañuelos, algo de abrigo para las noches y unos cuantos regalos.
Le invadía la duda...
El
deseo era tan grande como su indecisión.
Atada a” la mer”, sus raíces sin tierra la
sujetaban.
El desierto se alejaba… lo efímero… solo la
presencia.
Su estar aquí, en este ahora. Un nido creado
de la nada, su pequeño tabernáculo.
Había aprendido que la constancia era
importante si quería tener presencia…un lugar.
Corrió al mirador para dar gracias a “la mer”.
“Situada en tu lugar, todo fluye. Aparece la
alegría, sientes la paz”.
Los cuervos se habían marchado.
Iulia se sentía tranquila en su nido sin abandonar sus sueños.
“El vendedor de sueños”
Atado a su ritual, cada mañana cogía su
moto, para ir al punto de encuentro.
Todo aquél que deseaba un sueño, se lo
pedía.
Llevaba años acudiendo a la cita, era
responsable de muchas almas.
Un día paró una mujer que estaba triste.
Buscaba un sueño. Hablaba poco.
Hacía dos años que venía al punto de
encuentro.
El vendedor se había enamorado.
Cuando la mujer desapareció, él se quedó
esperando…mientras sigue ofreciendo sueños.
La sola idea del viaje le había devuelto a la
vida.
“Malki” ¿Qué tienes? ¿Qué buscas?
¿Una marea baja, un círculo en la arena, un
crepúsculo, una medina llena de azul?
La muralla, siete cañones, al-batros, los
pescadores…todo pegado su cuerpo.
Iulia
corpórea…presente.
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